jueves, 13 de diciembre de 2018

Evolucionar el amor

El hombre puede hacer lo que quiera,
pero no puede querer lo que quiera.
 - Arthur Schopenhauer



Otro día acá sentada, tratando de conocerme un poquito más.
Empecé a ver como la sociedad nos limita y nos condiciona con los mandatos que naturalizamos e intentamos cumplir para pasar desapercibidos. Comencé a deconstruir todo eso, analizando todas las partes, me doy cuenta de que muchas de esas cosas, van en contra de mi esencia, y quizás es por eso que a mí no me funciona. Por eso yo, y probablemente casi todos, nos sentimos tan incómodos con todo lo que nos rodea. Por eso sentimos que no pertenecemos, porque, tal vez, esa es la realidad.
Ahora me cuesta entender la monogamia, hasta me duele pensar que tengo que entregarme a ella por el resto de mi vida. ¿Cómo lo hago? Si el amor está en todas partes y en distintas formas. Yo amo a mi familia, a mis perros. Amo el arte y la naturaleza. Amo la lluvia y el té verde. ¿Cómo vas a obligarme a amarte solo a vos? Es que no me es físicamente posible. El mundo está lleno de cosas hermosas que te llenan el alma, ¿tengo que renunciar a todo eso? ¿tengo que casarme con solo una relación y una mente? Es que no puedo. Me niego rotundamente a que me digan que solo puedo amar a una persona hasta que me muera.
No va a funcionar así para mí.
Si queres, dame la mano, y vayamos a enamorarnos del mundo juntos. Vamos a amarnos, y vamos a amar a los demás. Vamos más allá de nuestro conocimiento, a descubrir lo que nos rodea, llenarnos de información y rearmarnos como personas.
Toda la vida siendo los mismos ¿no te parece un montón?
Si algo no nos gusta, renunciamos a eso y empezamos de nuevo. No es tarde para aprender a querer de otras formas, sin atarnos, sin ahogarnos, sin dejar de ser uno mismo.
Estoy cansada de que nos llenen la cabeza diciéndonos como tenemos que ser, y guiarnos al camino de una felicidad que quizás a mí no me pertenece, que la mía es por otro lado, un lado que yo sola puedo recorrer, porque nadie más entiende sobre mis pasiones y mis ambiciones.
Si vamos a romper con una parte del mandato social, podemos cuestionarlo todo y dejar de naturalizar la sumisión de aceptar las cosas como son y listo, que nos digan como hablar, como actuar, como ser feliz, como ser exitosos, que nos digan hasta como amar correctamente. Es una locura. Cada uno es, a partir de sus vivencias y no somos iguales. No pueden seguir etiquetándonos y poniéndonos en lugares a los que no pertenecemos.
Hoy quiero empezar a amar a las personas a mí manera, con lo que tengo para dar y no más que eso. Y si podes entenderme, yo voy a dejar que me quieras de la forma en que vos puedas. Que me entregues de vos solo las partes que quieras, y si no me queres dar nada, eso esta bien, porque somos de nosotros mismos y de nadie más.
Tenemos que aprender a ser verdaderamente libres, y caminar de la mano pero nunca atados.
Que cuando se termina, es porque ya no tenemos más nada que aprender del otro, que ya no estamos creciendo sino yendo para atrás. Que lo que hace especial a cada cosa es que tiene su final. Que el amor para toda la vida se expresa en distintas formas, porque si se mantiene siempre igual se va a terminar deshaciendo. Todos estamos en constante evolución y cambiando, con las relaciones es lo mismo, no puede mantenerse idéntico eternamente.
Vamos a crear nuestra propia forma de amarnos, empezando por uno mismo.



viernes, 7 de diciembre de 2018

Hoy te escribo a vos, hermana.



Porque siento tu ausencia hasta los huesos.
No, nunca te conocí. Pero te juro que te extraño, te juro que necesito que estés acá, que puedas sonreír, abrazar tu mamá, ver a tu hermano, estar con tus amigas.
La vida es injusta, eso lo entiendo. Pero para vos, ya es algo de otro mundo.
Y ahora un poquito del dolor con el que te fuiste, quedo en cada una. Ahora sos parte de nosotras.
No creo en el más allá. Así que solo te digo, agradezco que hayas vivido de la forma en que lo hiciste, disfrutando y sin restricciones. Es lo mínimo que te merecías.
Marchamos por vos, otra vez. Para que sepas, que esto recién empieza, que ya no perdonamos a nadie. No nos olvidamos.
Cada día nos volvemos más fuertes. Cada día más unidas.
Y ahora ellos son los que nos temen, porque cuando estamos juntas no tenemos miedo.
Por fin encontramos un lugar seguro. Y ahora gritamos más que nunca, y nos escuchan. Porque estamos decidas a tomar la parte del mundo que nos pertenece.
Porque ahora ser fuerte y ser valiente es cosa de mujer.
Tenemos al resto en contra, pero vamos a pelear cada batalla contra este sistema que te asesinó.
Ojala pudieras saberlo, de verdad. Que no te olvidamos, como no nos olvidamos de ninguna. Aunque no nos muestren en la televisión, ni en el diario, aunque seamos miles y sigamos sin aparecer en los medios. Aunque nos traten de locas, nos corran con gas lacrimógeno, nos insulten, nos denigren. Ya lo pasamos todo.
Es el momento de que nos vean, de que sepan de lo que somos capaces.
Gritamos por vos.
Esta justicia patriarcal se va a acabar, o rompemos todo.

Lucía, presente.
Ahora, y siempre.