lunes, 25 de febrero de 2019
lunes, 11 de febrero de 2019
Reencuentro
Hoy te vi otra vez.
Después de tres años, de creer que ya maduramos, cambiamos y lo superamos. Volví a ver esos ojos llenos de veneno y sentir el aroma a sangre saliendo de tu boca.
Yo sé que no era tu cuerpo, pero puedo jurar que eras vos.
Fue como un déjá vu, a todos los domingos de mi infancia.
Hasta tuve como primer reflejo, cuando él abrió la puerta, de salir corriendo y esconderme a llorar en el baño como solía hacer.
Ahora desde la distancia puedo distinguir más tu dolor que es casi tangente, casi tan visible como esa botella de vino.
Por fin llego el día, en el que crecí, pero mucho más importante, vos pudiste superarte.
Aunque me duela esta marca que me dejaste, y esta herida que se abre cada vez que me miro a un espejo a las tres de la mañana.
A pesar de todo, mi corazón se alegra de que hoy, el que me abra la puerta seas vos, y no él.
Después de tres años, de creer que ya maduramos, cambiamos y lo superamos. Volví a ver esos ojos llenos de veneno y sentir el aroma a sangre saliendo de tu boca.
Yo sé que no era tu cuerpo, pero puedo jurar que eras vos.
Fue como un déjá vu, a todos los domingos de mi infancia.
Hasta tuve como primer reflejo, cuando él abrió la puerta, de salir corriendo y esconderme a llorar en el baño como solía hacer.
Ahora desde la distancia puedo distinguir más tu dolor que es casi tangente, casi tan visible como esa botella de vino.
Por fin llego el día, en el que crecí, pero mucho más importante, vos pudiste superarte.
Aunque me duela esta marca que me dejaste, y esta herida que se abre cada vez que me miro a un espejo a las tres de la mañana.
A pesar de todo, mi corazón se alegra de que hoy, el que me abra la puerta seas vos, y no él.
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