Eso tienen las novelas largas, que de la nada te construyen un mundo al que te sumergís sin darte cuenta, una vida que estas observando pero también viviendo en ese momento, pasando las hojas como se pasan los días; y cuando llegas a al final te sentís vacía al mismo tiempo que mucho más llena de lo que estabas cuando lo empezaste.
Y la vida me parece demasiado corta para todos los libros que quiero leer, para todas las vidas que quiero vivir, para todas las personas que quiero ser.