martes, 28 de mayo de 2019

veintiocho de mayo, al congreso otra vez

Abro los ojos por quinta vez dando vueltas en la cama, no logro conciliar el sueño.
Entonces me levanto, pero me duele todo, me pesa.
Mis brazos se convirtieron en plomo, llevo una armadura encima. Me cuesta caminar, pero sigo.
Comprendo lo que pasa. Así nos levantamos miles de mujeres hoy.
Porque otra vez, vamos al Congreso a conquistar nuestros derechos.
Y no solo llevamos nuestro cuerpo, como arma para defendernos sino que también hoy, es el mismísimo campo de guerra.
Y como duele, porque sentimos sobre nuestras espaldas el peso de todas las mujeres que hoy ya no tienen voz, las que no pudieron elegir.
Y que fácil es hacer que nos vean, pero que difícil es conseguir que nos escuchen.
Mis venas y mi sangre, se sienten en tensión todo el tiempo.
Claro, ya recuerdo como era, cuando nos dábamos cuenta que la decisiones las tomaban, todos esos, a los que nunca les faltó un plato de comida para sus hijos, a los que nunca los abandono un padre, a los que nunca van a gestar.
Me pregunto qué hacen el resto del año, mientras nosotras seguimos sangrando en la cama de un tío, en la casa de un padre, en los golpes de un novio, en una camilla de un lugar inseguro.
Que miedo me da la palabra clandestinidad, hace que arda mi piel, que me queme la boca.
Es como si hubiera terminado hace años, pero los dictadores siguen acá, decidiendo sobre nuestro cuerpo, pensándonos como una incubadora y no como personas.
Y lloro mientras desayuno, recomponiendo las fuerzas y la voz.
Porque hoy nos vemos la cara otra vez.
Porque no nos fuimos a ninguna parte, siempre estuvimos acá.
Creciendo desde los árboles, reuniéndonos debajo de tu nariz, luchando todos los días antes de entrar a trabajar.
Empiezan las vigilias con cuatro grados de temperatura, empiezan los choques con la policía, empiezan a pelearnos los medios, las iglesias, los machos.
Hoy empieza de nuevo,
y nosotras
ya nos levantamos con armadura.


martes, 21 de mayo de 2019

Otras maneras de usar la boca - Rupi Kaur

La dicha

Como un náufrago,
uno siempre está solo
en el mundo
interminable
sin memoria
sin nada más.
Es la dicha
absorta.
El testigo
sucediendo sin prisa
mientras dura.

¿Qué estás haciendo vos?
La dicha.
Alcanza con que estés
sin trabas
irrenunciable
en el mundo.

Yo no te pido nada
gastado y destrozado porque
uno siempre está solo.
Es la dicha
colmada
eterna
testigo juez y dios
de su propio destino.

Es la dicha
con fervor
repitiendo mi nombre siete veces
con que sepas que estoy
sin límites
todas las materias desgarrantes
abrazando mi espalda
desaparecen.

Pasa el tiempo
miope el ojo
y el pelo encanecido
a veces
se siente que
está más solo.
Y es grave
y es una
la de los dos.

Pero sueño
con que seas
me seas
infinita.
Yo no te acepto nada
si no es total
¿Para qué todo?


Versos reordenados de Idea Villariño. Poemas: El testigo. Uno siempre está solo. La dicha. Sueño.

La hoja que nunca pude quemar



¿Por qué después de todo este tiempo todavía no puedo perdonarte? 
¿Tanto me rompiste?
¿O acaso soy yo la que no puede perdonarse a sí misma? 
Por dejarte dañarme así, justo a mí, que me creo tan fuerte.
No te perdono haber hecho que me sienta inferior,
insuficiente,
que hayas jodido mi mente.
En todo este tiempo,
me pregunto si alguna vez apoyaste la cabeza en la almohada
y pensaste en mí,
en todo lo que me lastimaste.
Porque yo entiendo que me dejes de querer,
todo tiene su final y eso lo sé.
lo comprendí.
Pero era innecesario que me rompas de esa manera,
que no respetes nada de lo que pasamos.
No te perdono por reflejar todo el odio y las injusticias de tu vida
en mí;
porque yo de verdad no hice otra cosa que no sea
amarte de la única manera que sabía hacerlo.





¿Alguna vez seré lo suficientemente valiente?









lunes, 6 de mayo de 2019

[te] quiero

Quiero besarte esos rulos rebeldes
esos ojos cansados
y esa boca que mastica veneno
pero escupe poesía.

Quiero besarte ese cuello
por el que recorre tu verdad
y esas clavículas
que le están gritando al mundo
por libertad.

Quiero besarte esa tinta del pecho
porque amo hasta tu pasado;
sentir el sabor de tu corazón
y esa misma sangre
- que recorre también mis venas -

Quiero besarte cada tatuaje
para poder comprenderlos,
y quiero tus dedos en mi boca
para que toques mis cuerdas vocales
y me conviertas en música.

Quiero besar tu estómago
lleno de demonios,
conocerlos y hacerme amiga de ellos
porque también son parte de tu ser.

Quiero besarte el alma
(y las entrañas)
quiero impregnarme de tu voz
y de tus ideas.

Quiero besarte en la oscuridad
porque sé que es tu lugar seguro
ya que vivís en una casa
con solo tres paredes.

Quiero besarte,
saborearte,
conocerte,
escribirte,
y dejarte libre.

Solo quiero intentar curarte,
un pedazito,
que el resto se convierta en verso
asi lo podemos soltar.

Quiero besarte con mis ojos
con mis oídos
y con mi piel.
Pero nunca poseerte.

- eternamente enamorada de vos, mi ángel.

que tu música, que tu alma, tu voz (y tus ojos escupiendo realidad) nunca dejen de inspirarme.