Yo te acepto que llamemos a esto una tregua, amor.
Hablar a veces sobre el clima o cómo estuvo nuestro día, sin profundizar mucho, por las dudas. Si nos sentimos más osadas, hasta conversar sobre el pasado. Pero ya no hay futuro y las dos lo sabemos.
La vida nos demuestra una y otra vez que estamos destinadas a crecer separadas, pero nuestro corazón no lo aguanta, siempre se le escapa un mensaje o una lágrima. Estas mujeres que somos con cimientos de niña abandonada, con cicatrices de promesas incumplidas, no permitimos dejarlo ir. Gritamos desde la oscuridad, que solo por esta vez, algo se quede.
No hay comentarios:
Publicar un comentario