lunes, 10 de agosto de 2020

Las superpoderosas

 "Quería contarles que Gabriela, la que estaba embarazada, iba al parque todas las noches en bicicleta. Ataba su bici a un árbol y atendía a sus clientes ahí al lado. Y yo pensaba en este sistema de mierda donde dos criaturas que están en el vientre de una mina, tiene que asistir a semejante espectáculo. Les pregunto a ustedes si pensaron alguna vez que la poesía podía tener una forma tan concreta."

Eso nos comparte Camila Sosa Villada en su charla TEDx, y también en su libro "Las Malas", donde a muchos les gustaría encontrar ficción en uno de los relatos más crudos y honestos en la literatura argentina.

Las historias y la vida de las travestis que trabajan en la calle es una realidad que la sociedad se esfuerza constantemente en invisibilizar, encubrir y lo peor de todo, negar. Negarle el derecho no solo a su identidad, sino directamente a su existencia.

Si todos las conocemos, las vimos, las percibimos en la calle. ¿Por qué insisten en ocultarlas en la oscuridad, en las sombras, en la noche? ¿Por qué cuesta tanto darle la voz y el espacio que se merecen?

La violencia sistemática con las que se las oprime diariamente es inhumana. No solo de las fuerzas policiales, sino de comunidades enteras, en todo tipo de lugares y principalmente de los hombres que pagan para estar con ellas. Se creen dueños y señores, demonios que en realidad son débiles, con una masculinidad tan frágil que se puede romper con dos uñas acrílicas, con tres palabras de más.

Pienso en la cantidad de privilegios que me rodean, mientras que Camila cuenta como a mi edad sentía sobre su cuerpo el cansancio como de cincuenta años, después de tanta mierda, tanto odio, tanta muerte, tanto dolor. "Hace semanas me alimentaba solo a base de pan negro y mate cocido; pero no quería salir a trabajar" dice, y yo siento que como feministas le debemos algo, que no estamos luchando lo suficiente por estas mujeres que tienen una esperanza de vida hasta a penas los 40 años, con suerte.

"Tan solo con agachar la cabeza las travestis logran el don de la transparencia que les ha sido dado en el momento de su bautismo"

No puedo expresar la manera en que atraviesa y testifica ese libro, con sus voces y su realidad que si fueran escuchadas podrían destruir este falso orden social de lo correcto que creemos habitar. No me corresponde y no es justo que alguien más que ellas mismas cuenten su historia, que perforen los secretos de la sociedad, los fantasmas de los que se hicieron amigas en la noche, los pecados que les susurraron en el oído, la fuerza con que golpearon su existencia.

La lucha sigue, y cada día de su vida es una batalla ganada a este sistema que las silencia, que las esconde, que las castiga.

Hay libros que son necesarios. Hay personas, como Camila, que son totalmente indispensables, para romper estructuras y ahogarnos de verdad.

"Si alguien quisiera hacer una lectura de nuestra patria por la que hemos jurado morir en cada himno, esta patria que se ha llevado vidas de jóvenes en sus guerras, esta patria que ha enterrado gente en campos de concentración, si alguien quisiera hacer un registro exacto de esa mierda; entonces debería ver el cuerpo de la Tia Encarna. Eso somos como país también, ese daño sin tregua al cuerpo de las travestis. La huella dejada en determinados cuerpos, de manera injusta, azarosa y evitable, esa huella de odio."


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