martes, 29 de septiembre de 2020

II. Un poema para la chica del otro lado

Las cataratas de fuego

le bañan los pensamientos,

fuego en extinción,

que se funde entre las cenizas.


Como la luz de una estrella lejana

que amenaza con apagarse

sus ojos me encuentran

mientras batalla con la noche.

 

En su retrato bailan algunos trazos

donde su autor olvidó el pincel,

algunos dicen que son constelaciones,

a mi me devoran como agujeros negros.


En lugares recónditos de su piel,

como braile,

se lee su historia.

Pero nadie puede tocarla.


Al tropezarme con su alma

le juro mi lealtad y mi espada.

Le susurro promesas

que el reloj de arena me reclama.


Con su indiferencia me convierte en cristal

en el rencor no logro reconocerla,

frente al espejo le grito

¿Cómo hacer que me ames?

miércoles, 2 de septiembre de 2020

lejos esta la realidad en la que alguna vez viví, los abrazos que usaba de escudos o las bocas donde buscaba destinos.

en un mundo paralelo a este año quedaron las tardes de mate, las charlas abajo del sol, las palabras que me predominaban.

mis manos vacías, como mi cama, como la quinta taza de té del día, como mi bandeja de entrada.

los días vacilan entre grises o amarillos, blancos o negros, a veces rosas pero ya no importa porque el tiempo me robo todos los colores, olvide como mirarlos.

también se llevó la mitad de mis otros sentidos. pero todavía escucho a mi cabeza cada vez que me despierto. el viento, la lluvia, su voz. algunas cosas nunca cambian.

la naturaleza llamándonos, tentandonos. la serpiente otra vez se burla de nuestra debilidad y hoy todos somos Eva, saboreando cada pecado sabiendo que puede ser el último. donde cada mordida nos deja más al descubierto, donde hasta Dios perdió la fe en nosotros.

me quedan solo los sonidos, los ecos de una vida que no fue y nunca será.

las voces huecas que devoran mis fuerzas intentando ser escuchadas cuando no tienen nada que decir.

las voces de los cuatro elementos que poco saben sobre darse por vencidas.

las lágrimas hechas de la misma agua que nos recorre en la sangre. la tierra vibrando bajo nuestros pies dando a luz a todos esos árboles a los que le robamos el aire para poder existir. y finalmente el fuego que gracias a nuestro silencio todo lo consume, eterno esclavo de su hambre, infinitamente insaciable, presuntamente imparable.




bouncy boy
dos minutos en mirarte
dos horas en ahogarme
dos días en enamorarme
dos lágrimas en escucharte
dos vidas en olvidarte.


Ese dolor, ese miedo

convertido en fuego y vibraciones.

El viento me lo trajo,

un día antes de que se termine el mundo,

la lluvia me susurró

que habíamos entendido todo al revés:

en el infierno estaba el verdadero paraíso

porque los demonios habían elegido

y ahora vos lo reinabas todo.

(La democracia de los subestimados)

El niño nativo

que fue el primero en la creación

pero el último en ser encontrado.

Detrás de la oscuridad,

de las cenizas, del color azabache,

en el desliz del agua salada

sigue vivo el brillo de la esmeralda.

Esperando el día de tu bautismo,

porque todavía no descubriste

que aca arriba también somos pecadores.