Me gustaría convertirlo en poesía, a primera vista me parece una clara manifestación de los diferentes estados de mi metamorfosis en la materia, en la caligrafía, en el aprendizaje, en la vida.
Mi cuaderno de Física. Creo que este es el más antiguo que tengo, de la segunda vez que la recursé, en 2018 quizás.Es Great Value, la marca de la empresa en la que dos años más tarde iba a trabajar; además tiene unos recortes en un costado de las veces que lo utilice para hacerlo filtro, esos seguro que fueron este año, antes yo no me armaba mis propios porros.
Los últimos seis años de mi vida estuve lidiando, de una u otra forma con esta materia, todavía no termina, en un par de días tengo que dar el final.
Siempre me supera, hay días que me siento en la cima del mundo pero Newton sabe bajarme de una manzanazo. La amo porque hace al mundo funcionar, la detesto porque me es imposible entenderla, que me salga naturalmente, visualizarla.
Y quiero hacer poesía pero ¿quién me dijo a mí que yo tenía el potencial para escribir? No tengo ese tiempo.
Me estoy tomando un té negro, escucho la lluvia bailando en mi ventana, la noche es suya. Hidrodinámica es lo que más me cuesta ¿por qué no podemos solo dejarla ser?
Pienso que yo también le doy vuelta a todo, buscando respuestas que me ayuden a dormir tranquila.
Mañana tengo que despertarme temprano, para seguir estudiando.
Avanza demasiado rápido, me envuelve en un sentimiento de incapacidad; para que no sea tan dolorosa la caída, constantemente espero lo peor.
Esta vez no voy a dejar que me supere.
Busco encontrar en alguna ecuación tu nombre, descifrar de donde provenía aquel brillo en tus ojos, cuando la mirabas a ella.
Dónde quedo yo después de ser dividida en millones de cifras.
Estos ojos rojos son producto del fuego, de las lagrimas o de las secas. ¿De qué estábamos hablando?
Me pierdo.
Vuelvo a mis letras, mi lluvia como danza no como realidad inamovible.
Tu cuerpo como alma llena de luz, que me ilumina esta noche y mantiene caliente mi taza de té.
El calor de mi hogar que no se inmuta por el fin del mundo de allá afuera.
¿Afuera, dónde? Solo existen estas palabras, no hay nada más.
No podemos probar nuestra existencia, no hay tal realidad; todo es observado a través del prisma de nuestros sentidos, a esos en los que ya no confío porque me hicieron creer que me amabas, por lo que gaste mi último hilo de voz para gritarte "dame una sola razón" mientras caminaba por el borde del abismo.
El cuaderno dice "¿dónde estoy?¿por qué acá y no con vos?" Más abajo se me explica porque es un cuerpo negro, en mi mente me repito "nada se refleja, todo lo absorbe"
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