viernes, 24 de marzo de 2017

tanto

Te amo tanto, y eso es lo más doloroso, no existe algo más doloroso que amarte. Si alguien me clavara un cuchillo oxidado  en una de mis costillas no sé si lo notaría, porque llenas mi cuerpo de tanto sufrimiento que ya ni siquiera puedo mirarte. Hasta eso me hace mal.
Pero te necesito, necesito verte para vivir y necesito que formes parte de mí aunque sea la decisión más masoquista que puedo tomar. No puedo ayudarte e increíblemente puedo sentir a mi corazón llorando por eso. Quiero abrazarte por mil horas o mil días. Quiero abrazarte hasta que entiedas lo mucho que te amo y que nunca vas a estar solo, y quiero pasar noches enteras tomando café con vos, discutiendo sobre temas triviales y riéndonos de chistes contados hace años atrás. Si tengo suerte, pero mucha, si puedo ser la chica más afortunada del mundo y besarte, si pudiera sentir tus labios, si pudieras con un beso entregarme un poco de tu dolor así lo combatimos juntos, o podrías darme todo tu dolor, no me importaría, con tan solo tenerte al lado mío y ver tu sonrisa ya estoy completa, porque sos tan hermoso. Sos tan hermoso que si moriría en ese preciso instante con tus labios sobre los míos, no estaría triste. No lo estaría en absoluto y menos si puedo sacarte todo ese dolor que te está quemando, que te está desintegrando.
Pero no puedo, no puedo ayudarte porque soy tan inútil, no te tengo y nunca lo voy a hacer, tengo que seguir viendo como tus demonios te consumen a miles de kilómetros sin poder hacer nada al respecto, y vos muriendo allá y yo muriendo acá. No podemos estar juntos, aunque dos negativos hagan un positivo, nada de eso importa. Nada de lo que estudiamos por años en el colegio puede solucionar algo, nada sirve. Solo podemos sufrir en silencio, o no, porque no importa cuantas veces nos vean arder, ellos no pueden verlo, no quieren verlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario