miércoles, 16 de agosto de 2017

Sobre idas y vueltas

Volviste tan repentinamente como te fuiste.
En menos de cinco segundos, lograste desequilibrar todo este mundo que hace años llevo construyendo. Que egoísta de tu parte, dejar que te ame tanto y aparecer como un fantasma en mi realidad, al que nunca voy a poder enterrar. Sos la encarnación de mi pasado destruyendo  mi presente, una y otra vez.
Que magia que tenes, para convertirme nuevamente en la nena de 16 años que se moría por probar tus besos, que tenía como único hogar tus brazos y que solo encontraba paz en tu voz. Es como si no hubiera pasado el tiempo, como si no hubiera pasado toda una vida en el medio.
Hoy, después de tres años, seguís teniendo el control de mi ritmo cardíaco.
Cuando te fuiste, de un día para el otro, tarde miles de libros, miles de cafés y miles de lágrimas en dejarte ir. Porque crecimos juntos para que después me dejaras estancada en un lapso de días y días interminables. ¿Lo sentiste cómo yo? Perderme digo. ¿Te dolió igual?
Ahora venís de la nada a abrazarme y desestabilizarme.
Te veo, tiemblo, lloro y mi sistema colapsa. Mi corazón está por explotar pero mi mente queda paralizada. Sigo parada inclusive sin sentir mis piernas. Y corro a vos sin pensar en las consecuencias ni en toda la historia que nos va a seguir separando aunque sea imposible que nuestros cuerpos estén más cercanos en este instante. Reacciono gracias a tu calor corporal que me recuerda absolutamente todo, porque casi se siente como mi hogar otra vez, pero no. Nada es lo mismo.
Esta vez no voy a elegirte. Porque me prefiero a mí. Porque te vas a ir otra vez, a crear mundos con tu sonrisa. Pero yo soy la que se queda acá, destruida. Esta vez no te lo permito.
Yo vuelvo a mí misma, quizás no sea tan perfecto como lo sos vos, pero al menos es estable. Voy a hacer que funcione.
Porque vos, mi eterno amor, no fuiste creado para una ciudad mediocre ni para que la burocracia te encierre en una oficina. Vos estás para dar luz a todo lo que olvido brillar y curar cada corazón roto (excepto el mío) que se esconda en el mundo.
Y yo, me quedo aca. Para luchar por mí y lo que amo. Para crecer, avanzar y cambiar todo lo que  me dañe (excepto a vos).
A la distancia, cada uno por su lado, va a seguir su camino.
Y hoy, que volviste, te dejo ir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario