Amor
Me despierta un rayo de sol pegándome justo en la cara. Anoche, entre risas, tu boca y las flores; me olvide de cerrar las cortinas.
Descubro tu cuerpo pegado al mio, durmiendo en sintonía con mi paz.
Veo tu cabello rubio desparramado hacia todos lados y acaricio tu mejilla suavemente como si estuvieras hecho de porcelana, con miedo a romperte, a quebrantar algo de tu perfección.
Respiras tranquilamente ajeno al caos de este mundo.
Yo pienso, que me quedaría a vivir en el lugarcito que tenes entre el cuello y los hombros.
Que suerte la mía, poder despertarme iluminada de vos.
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