Escucho la lluvia, cierro los ojos y me la imagino recorriendo mi cuerpo, limpiándome cada parte de mi alma; llenándome de claridad y purificandome. Los truenos a veces aparecen, son los demonios que se niegan a irse pero con un relámpago desaparecen por un tiempo, por ahora, por lo que dure esta noche.
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