martes, 21 de noviembre de 2017

Un martes más

Los martes son algo así como mis únicos días libres. Cuando no tengo que estar estudiando, haciendo trámites, ni viajar de aca para alla (es decir, muy pocas veces); me pongo a pensar en lo que quiero, los cambios que necesito, lugares dónde escapar.
Hoy me pase dos horas mirando playas de Latinoamérica, dónde me gustaría ir y observando precios inalcanzables para mí. Comencé a mirar a mi alrededor y sentí claustrofobia dentro de la tan conocida habitación en la que vivo, las puertas y ventanas estaban abiertas, pero era mucho más que eso. Me atacó un fuerte sentimiento de encierro, a mi casa, a mi ciudad, a mi rutina.
Puse adentro de mi mochila un par de cuadernillos, un libro, lapiceras de colores, una botella de agua y me fui con mis auriculares a uno de mis lugares favoritos de Buenos Aires.
Porque el sentimiento de prisión me sofoca y no quiero estar condicionada por nada, necesito demostrarme que tengo posibilidades todavía, a pesar de todo, de tomar las decisiones que necesite en el momento para alimentar mi alma.




No hay comentarios:

Publicar un comentario