martes, 14 de febrero de 2017

La fundación del nuevo mundo

Mi secuela secreta y personal de Fahrenheit 451 de Ray Bradbury.


El clima era fresco, pero tranquilo, como el vecindario entero en este momento.
No vamos a lograr poner a todos de acuerdo a aceptar los libros nuevamente; como nunca nadie va a poder hacer que todo el mundo acepte o rechace algo por completo; porque somos humanos, tenemos corazones y cerebros distintos, siempre van a existir personas a las que el sistema no le va a parecer justo, las hubo antes, como nosotros, y las va a haber ahora, como ellos. Y es correcto, porque así como el bien no puede existir sin un mal, una sociedad no puede avanzar si todos piensan igual.
Tuvimos que empezar de cero, hacerlo todo de nuevo, como si de hecho, nunca hubiera existido.
Enseñar a leer, a escribir. Enseñar a comprender, y solo esperar a que finalmente lo entiendan.
Fue difícil.
Los cambios no son fáciles, porque son inciertos. La humanidad odia la incertidumbre ¿por qué creen que existen tantos historiadores y arqueólogos? Los humanos tenemos esa necesidad de siempre saber todo, encontrarle una lógica. Cuando nuestra realidad se modifica, solo tenemos miedo, porque nos encontramos parados en medio de lo desconocido.
Pusimos a funcionar nuevamente los audio-libro. Porque los jóvenes del presente solo ven muchas palabras en distintas hojas, todas tan inmóviles e indiferentes a sus temores; sin embargo, si escuchan todo lo que estas oraciones trasmiten cuando están juntas, es más comprensible, más interesante, más significante. [..]
Es inútil pensar en "que hubiera pasado", porque los hechos están demasiado ocupados siendo ciertos para sentirse afectados por mis pensamientos. El presente es todo lo que tenemos, y para construir en este planeta tan desbordado como este, no nos queda otra opción que primero destruir; no se puede crear algo sobre otro algo, es todo demasiado inestable. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario