A veces agarraba alcohol, buscaba besos bonitos, cantaba coros caóticos. Decía ¿dormir? después.
Festejaba, fue fiesta, finalizó.
Garganta golpeada, ganas hechas heridas. Irreparable, inevitable.
Jugaba, jadeante.
Karma, lo llamaba.
Lucia media moribunda mientras murmuraba, nos negociaba ñoquis o omelettes; para partir probando queso.
Quimioterapia, quería recuperarse.
Romina rozaba rarezas simpáticas.
Soñábamos salvarla.
Sus suspiros terminaban.
Todas unidas usabamos velas.
Vinimos valerosas, volvimos vacías.
Veneramos wiskhy, Xochipilli y ya zarpamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario